Albéa, un fabricante líder de embalajes para cosméticos y productos para el cuidado personal que opera en el sector de bienes de consumo de rápida evolución, ha aprendido a satisfacer las exigentes demandas de los clientes. La empresa debe su éxito a dos puntos fuertes: su capacidad para adaptarse en un sector exigente y en rápido movimiento, y su constante búsqueda de la innovación y la creatividad.
A principios de la década de 2000, Albéa empezó a externalizar sus tareas de prototipado con proveedores que utilizaban tecnologías de impresión 3D, entre ellas la estereolitografía y el sinterizado láser. Pero esto limitaba las opciones de Albéa en cuanto a materiales y colores.
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