En cuanto Megan Lavelle vio el aparato supo que iba a cambiar la vida de su hija. Lavelle es una madre enérgica e imparable cuya hija menor, Emma, nació con artrogriposis múltiple congénita (AMC). En una conferencia en Filadelfia para familias de pacientes de AMC, Lavelle escuchó hablar del Exoesqueleto Robótico Wilmington (WREX), un dispositivo asistencial fabricado a partir de barras metálicas con bisagras y bandas de resistencia. Gracias a este dispositivo, los niños con brazos sin desarrollar pueden jugar, comer solos y dar abrazos.
La AMC es una enfermedad no progresiva que provoca rigidez en las articulaciones y músculos poco desarrollados. Emma nació con las piernas plegadas en el nivel de las orejas y los hombros girados hacia dentro. “Solo podía mover el pulgar”, explica Lavelle. Los médicos operaron de inmediato las piernas de la niña. Emma volvió a casa con sus padres decididos a ofrecerle el mejor cuidado posible.