Los pacientes de cáncer del ala maxilofacial del Hospital Queen Elizabeth de Birmingham, Reino Unido, suelen requerir un procedimiento quirúrgico para eliminar un tumor o un fragmento de hueso. Este espacio debe entonces reemplazarse o puentearse con otra pieza de hueso u otro material. En estos casos es muy frecuente que se utilicen placas protésicas o repuestos de hueso, pero lo habitual es que el ajuste perfecto no se obtenga hasta después de una serie de modificaciones realizadas por los cirujanos en el quirófano, mientras el paciente se encuentra en la mesa de operaciones.
Hay varios factores que ayudan a garantizar un buen resultado quirúrgico, entre los que se encuentran la eficacia del procedimiento, la información a disposición de los cirujanos y la preparación de estos y el conocimiento de los riesgos específicos del paciente para ayudar a evitar complicaciones durante o después de la intervención. El dilema para el hospital Queen Elizabeth era cómo prepararse para intervenciones quirúrgicas específicas de pacientes de una manera rápida y rentable que, además, salvara vidas.